lunes, 29 de julio de 2019

El mito de la educación bulímica

«En la escuela tradicional no se aprende, se da una educación que yo llamo bulímica: te atiborras de datos, los vomitas en el examen, y al día siguiente te olvidas», decía María Acaso en esta entrevista realizada en 2012.  Hace bastante tiempo de la creación de esta idea, que se ha vuelto recurrente en el mundo educativo, por lo que vamos a analizar por qué, en mi opinión, se trata de un mito peligroso.  Además, me parece vergonzoso llamar «vomitar» a que un estudiante demuestre lo que sabe.



En primer lugar, «la comprensión es la memoria disfrazada», como dice el psicólogo Daniel T. Willingham.  Es decir, la memoria es una parte fundamental del aprendizaje.  También explica Willingham en su imprescindible libro ¿Por qué a los niños no les gusta ir a la escuela? que «se olvida la mayor parte de lo que se aprende (no todo), y se olvida rápidamente».  O sea, que, desgraciadamente, estamos condenados a olvidar parte de lo que aprendemos.  ¿Significa esto que los conocimientos no son importantes?  Todo lo contrario.  Para comprender el mundo y ser competentes en la sociedad actual necesitamos una gran cantidad de conocimientos almacenados en nuestra memoria a largo plazo.  Sobre este tema recomiendo leer el artículo It Ain't What You Know, It's... Oh, No, Sorry, It IS What You Know de Ian Kelleher.  Por lo tanto, interesa conocer las metodologías y las técnicas que minimicen el olvido.  Y, curiosamente, los exámenes son una de estas técnicas.  Es decir, los exámenes también sirven para aprender y prevenir la desmemoria.  Lo cuentan muy bien aquí Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen: And the winner is... testing!

No obstante, en todo buen mito puede haber una parte de verdad: yo también considero que tenemos un número excesivo de contenidos en nuestros currículos, lo cual hace que los profesores no tengamos tiempo de trabajar con profundidad muchos de los conceptos que aparecen en ellos.  Y por esto mismo es complicado utilizar técnicas para maximizar el aprendizaje, como los principios de Barak Rosenshine.  ¡Ya me gustaría a mí tener más tiempo para repasar, proporcionar numerosos ejemplos, practicar mucho en clase, asegurarme de que todos los alumnos comprenden de verdad los contenidos...!

Para terminar, os dejo otro artículo de Paul A. Kirschner y Mirjam Neelen que resume muy bien las ideas que suelen aparecer alrededor de esta lucha contra la educación bulímica:
The Butterfly Who Denied Ever Being a Caterpillar: A Modern Day Educational Fable

4 comentarios:

  1. En Reino Unido también tienen su «educación bulímica»:
    An Homage to Facts

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  2. Un cómic interactivo sobre la memoria y la práctica espaciada (disponible en español):
    Cómo recordar cualquier cosa (casi) para siempre

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  3. Me gusta mis favoritos para alumnos en Diigo.

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  4. Un compañero del instituto comentó «memorizar y escupir en el examen no es aprender». Reflexionando sobre este tema me acordé de estos dos artículos sobre la diferencia fundamental entre desempeño y aprendizaje:
    Learning vs. Performance: A Distinction Every Educator Should Know | Nick Soderstrom
    Engagement is a poor proxy for learning | Greg Ashman

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